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Pasaba por ahí

Lupita sobre un manto espumoso

¡No podía creerlo! ¿Neta? Desde hace tiempo lo he corroborado: la virgen de Guadalupe aparece donde menos lo esperas. Aunque a veces hasta he pensado que soy yo quien la trae en el iris.

Pues les cuento que ayer, durante la cena con la Negra Lugones y familia, en el restaurant Xokol cuya especialidad es que todo es de maíz, a mi vecino de asiento, un gringo muy simpático, le sirvieron su bebida “Adelita” con una Virgen de Guadalupe flotando sobre un manto espumoso.

Ante mi sorpresa, la mesera explicó: es comestible, está hecha de arroz y sabe a azúcar. Mi amigo de mesa resultó haber sido mormón y me contó que recién abandonó lo que él llamó una secta. Por ello no tuvo empacho en bebérsela. No quiero pensar en lo que viene después…. la imagen pasando por el proceso digestivo…

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