Categorías
Pasaba por ahí

Asia Sudoriental, 2014

17 de diciembre. Liberen a Buda…

Tailandia es tan budista, como México es católico. 90% de su población profesa el budismo. Continúa siendo un estado monárquico, en el cual budismo y realeza se muestran íntimamente emparentados. Su capital Bangkok es una enorme ciudad, con los graves problemas de una ciudad con deficiente planeación urbana, pero a la vez testigo de un gran reino. El paseo por el río es una perfecta metáfora de un viaje que permite evocar el glorioso pasado del reino de Siam sobre aguas contaminadas. Por otro lado, más allá del ensueño de sus palacios dorados, da la impresión de ser una ciudad caótica, que aunque se le ve pujante como a Shanghái, también se le percibe desordenada y sucia. Tanto en sus vías públicas, como en los medios de transporte. 

La vista panorámica que nos ofrece la llegada desde el aeropuerto al hotel permite constatar que entre los rascacielos permanecen cientos  de templos y monasterios budistas. Me recuerda a Cholula, el pueblo de las 345 iglesias en Puebla, pues hacia donde uno mire se asoman las torres de aguja doradas de las pagodas budistas. El budismo es un asunto público en Tailandia, pero muestra, al igual que su ciudad, muchas caras contrastantes de Buda.

Al llegar al aeropuerto grandes fotografías de la pareja real brindan una bienvenida a Tailandia. Después de tomar el taxi hacia el hotel, en el trayecto leemos un gran espectacular que alerta: “comprar o vender Budas, es una falta de respeto. La campaña se llama “Knowing Buddha”, y averiguamos que inició en 2012 a raíz del uso del nombre de Buda para un perro con poderes espirituales en la serie “Buddies” producida por Disney. Desde entonces esta agrupación ha pedido a Disney que cambié el nombre de su personaje, y ha estado realizando cruzadas de concientización por el uso desmedido de la imagen de buda para la publicidad de restaurantes, antros, productos de belleza y spa, turismo, objetos decorativos, y dentro de la red neoesotérica.

Esta campaña se hace visible en diferentes templos budistas que son actualmente atractivo de millares de turistas diarios. La encontramos en el Gran Palacio, uno de los lugares más visitados por turistas extranjeros, que fue construido en 1782, y que fue la casa del Rey durante 150 años.

En este lugar turístico, todavía se realizan ceremonias de la monarquía, y además de extranjeros es común la presencia de los monjes budistas. Algunos monjes se suman al turismo, tomando fotos grupales o selfies en el lugar sagrado, pero otros se les ve practicando sus oraciones y ofrendas. Junto con los miles de turistas que visitan diariamente el recinto, algunas de las pagodas continúan siendo practicadas, y en ellas además de las ofrendas, se realizan ceremonias y rituales budistas a los ojos de los turistas.

La campaña Knowing Buddha se hace presente en los sitios de atracción turística, montando unas sombrillas que anuncian la necesidad de conocer a Buddha, no como un producto publicitario sino en su sentido de religiosidad. El mensaje hace referencia a que detengan el uso indiscriminado de la imagen y el nombre de Buda en tatuajes y mobiliario, y que la gente se acerque y reconozca el sentido sacramental y espiritual del budismo. Además enseñan a los turistas a ser respetuosos con los altares, a entender el sentido de las ofrendas. A quitarse los zapatos al entrar a un templo y a hacer la reverencia en sus santuarios. Se trata de una campaña para liberar a Buda de la intensa comercialización que ha colocado a la imagen de Buda fuera de lugar. De hecho en Bangkok, Buda está en todas partes. Aunque la principal preocupación de esta organización ha sido la mercantilización mundial de Buda, ya que les parece irrespetuosa y consideran que está generando una banalización del culto religioso.


17 de diciembre. Buda de jade.

Réplicas de Buda, en mercancías para llevar.

Rezos , exvotos, ofrendas a Buda.


19 de diciembre. El Buda de Estado: un imaginario imperial

Además de permanecer en templos y monasterios budistas, Buda recubre un imaginario imperial, que de alguna manera concuerda con una religión de Estado. Taylor explica, en su libro “Buddhism and Postmodern Imaginings in Thailand”, que a partir de 1972, en que Tailandia vivió una crisis económica, el Estado retomó al budismo como estandarte de legitimación.  

El budismo de Estado se asoma constantemente en el espacio público y también está presente en el interior de los comercios y viviendas. Por ejemplo, los monjes y los colores de Buda acompañan las campañas del Rey que se muestran en grandes pendones y espectaculares colocados por las calles de toda la ciudad y en los exteriores de los edificios públicos.

No se ve secularización. El budismo está presente en el mantenimiento y legitimación del régimen político y monárquico, este último recientemente cuestionado.

Dentro del templo Wat Pho, se encuentra la estatua del buda gigante recostado, que paradójicamente además de contener pagodas que continúan funcionando como templos, es una escuela de masajes. La mayor atracción de los turistas es visitar el recinto donde se encuentra el Buda reclinado o acostado, una escultura de oro que mide más de siete metros de largo. Es el escenario para la toma de selfies. Ahí, además se anima a los turistas a participar en el ritual de las monedas, pagando una suma pequeña por un cúmulo de monedas que son colocadas en recipientes de metal, y que pareciera están realizando una música especial, que para los budistas simboliza rezos sagrados. 

Al salir de este lugar, nos llamó la atención un grupo de monjes budistas de mediana edad (no jovencitos estudiantes) que junto con un burócrata entraron en un salón. Yo pensé que se dirigían a realizar un rezo a Buda. Mi sorpresa es que se dirigieron a un templo en cuyo centro había un gran retrato de un héroe de la Marina, con su traje mostrando condecoraciones y una banda de alto rango. Era un altar custodiado por numerosas estatuas de Buda, en donde realizarían posteriormente un homenaje a este político a quien se le reconoce como “Father of the Tai Navy”. Me llamaron la atención tres elementos: 

1) que al héroe del ejército de la marina se le hiciera un altar igual al de los ancestros y a los de las imágenes de Buda.

Se colocó una pequeña mesa con la fotografía del héroe, con incienso prendido, con las imágenes de Buda, con rosas rojas y en especial con flor de loto, pero sobre todo con la imagen del militar en bultos dorados (igual que los Budas) e incluso con réplicas en plástico del militar (igual también que los nuevos budas caricaturizados que venden en los mercados;

2) que quienes organizaron el acomodo del lugar previo a las ceremonias fueran los monjes junto con los marinos, los primeros fueron a dar el visto bueno sobre la manera en que se había dispuesto el altar de ofrendas; y

3) que mientras esto sucedía, detrás del altar de las ofrendas estuviera realizándose un masaje (una mujer tirada en el piso, con una masajista realizando su trabajo de pié sobre el cuerpo de la paciente). 

Ello nos sorprende en especial a quienes vivimos en países altamente laicizados, acostumbrados a la división entre la religión y la política. Pero eso no sucede en Bangkok, en donde el budismo está presente en las otras esferas de la vida: en la de los masajes, en la de la política, en la de la monarquía, en la de la vida comercial y el turismo.


19 de diciembre. Les comparto una foto de Wat Arun, en Bangkok.

En Bangkok. Las ruinas que ves…


21 de diciembre. El cumpleaños del Rey

Acaba de pasar el cumpleaños del Rey el 5 de diciembre. Su reino le festejó con un gran desfile por las principales calles y carreteras de Bangkok. Todavía se pueden ver los pendones, banderas, fotografías y espectaculares que se usaron para decorar las calles, las casas y los negocios para festejar al Rey. 

Sus fotografías se exhiben con su traje de gala. Las banderas del reino de Tailandia ondean junto con las banderas del país de Tailandia. Afuera de los monasterios el Rey aparece retratado con monjes ancianos, que parecen ser reconocidos como venerables guías espirituales en los monasterios. De hecho, cuando visitamos el Palacio Real que, además de acoger las salas para eventos oficiales del Rey, preserva pagodas y grandes templos con imágenes valiosas de Buda. 

El día que asistimos coincidió con una ceremonia oficial, lo supimos porque había todo un dispositivo para filmar una película, y porque estuvo restringido el ingreso al principal templo de Buda esmeralda. De hecho, en el barrio francés nos topamos con una calle completa donde están los talleres que se dedican a hacer banderas y adornos para festejar al Rey. En ellos se vende una amplia gama de objetos parafernalia para celebrar al Rey: banderas, pendones, fotografías sobre sus diferentes facetas. En un álbum con fotos para venta pude ver al Rey vestido de monje con lentes oscuros estilo John Lennon, en otra de cazador, y otra más de militar. 

El Rey es polifacético, es la representación de una tradición con linaje imperial que avanza hacia la modernización. Al Rey se le hacen honores en cada calle, en cada poblado de la carretera donde se muestran sus fotografías gigantes. Incluso en cualquier sala del cine, antes de presentar la película, se presentan los saludos del Rey y todos los presentes se levantan de su asiento, como una manera de expresar sus honores. Pareciera que en Tailandia el budismo es una religión al servicio del reino y del Estado, que contribuye a su legitimación. Buda es patrimonio nacional y como tal reviste el imaginario imperialista del actual Reino de Tailandia.


21 de diciembre. Como dice la guía turística: Ankor Wat es el Disneylandia del budismo. Ankorlandia. Hermoso e imponente, pero qué horror con hordas de turismo, ¿cómo escapar cuando uno es parte de ello? A pesar de todo persiste la devoción.

¡Lo logre! Fotos sin turistas.


23 de diciembre. El turismo: el budismo como espectáculo

Grandes y ostentosas estatuas de oro, de jade, de esmeralda, de bronce, son el centro de las peregrinaciones de miles de turistas. Entre los turistas están tanto los extranjeros como los mismos estudiantes a monjes que llevan en visitas guiadas a los templos, y que a la vez son fotografiados para sí mismos, como para brindarle autenticidad a la visita del turista. El uso de la fotografía invade las dinámicas de estos recintos en donde se mezcla la práctica religiosa con el turismo. Los monjes son parte del paisaje a fotografiar.

El budismo popular pico se parece al budismo zen o tibetano que difunde el new ager. Se parece más a la religiosidad popular, mágica y profana, de América latina. Este es un altar a Buda, con ofrendas de cigarros. Chequen la estética kitsch. Fue tomada en un tendajon de carretera.

Lo más parecido a una escuela de catecismo pero budista. Aquí se adoctrina a los niños sobre la vida de Sidhartha. Las paredes conturben murales con las escenas de su vida.

Las bailarinas para el rey de Ankor. Según la leyenda, los demonios y los buenos luchaban jalando una cuerda, y de tanto jalar salió espuma, y con ella se hicieron las bailarinas… Eso dijo el guía.

Esta figura cuyo nombre no puedo pronunciar, dicen que se traduce como beautiful lady y es como San Julián Caballero. Se le montan altares para que bendiga los negocios para que haya muchos clientes y dinero.


25 de diciembre. El Buda popular: la imagen como amuleto

Buda, se clona en pequeñas figuras colocadas en millones de altares que están por doquier. Existen diferentes imágenes de Buda. Algunas remiten a Budas regionales (como los santos patrones de los pueblos y barrios en el catolicismo popular), otras contienen posturas que representan valores y brindan protección y suerte para diferentes necesidades (el buda de la enseñanza, de la abundancia, de la suerte. O la suerte en el negocio, en el amor, en la prosperidad, en la salud). 

Las imágenes de Buda están presentes en pequeños altares que se colocan por doquier: en hoteles y casas, restaurantes, negocios, gasolineras, jardines, azoteas de los departamentos multifamiliares, estacionamientos y sobre todo en todos los automóviles. En cada lugar, al entrar siempre habrá un altar con ofrendas de incienso, agua, comida y flores.  

Cuando uno transita por las calles y las carreteras constata que cada barrio y poblado anuncia su Buda, como si fuera un santo patrono. 

Buda también tiene altares móviles en los taxis, para los cuales se diseñaron ofrendas plásticas de flores que emulan el volante de automóvil. Buda está en calendarios. Se le ve en reliquias portátiles para la suerte y protección. Toda esta Budamanía tiene un sentido religioso, y ha sido gracias a las mercancías de imágenes de Buda que la práctica devocional es omnipresente. 

De esta manera Buda, adquiere el don de la ubicuidad, propiedad que comparte con las imágenes de Vírgenes y santos propios del catolicismo popular. El budismo popular, poco se parece a aquel que pregonan los new agers en Europa y en América. No se parece al procurado budismo Zen, ni se manifiesta como una filosofía del self, sino más bien como un culto popular parecido al culto a los santos y vírgenes de América Latina. Buda es ante todo un icono, una imagen que protege y aporta abundancia. Por todos lados se venden efigies de Buda para ser portadas como talismán de la suerte y no solamente como objeto de devoción y ofrendas.

Same same, but diferent. Feliz Navidad desde Laos. Acá los niños son los que visten de Santa, no hay regalos, hay ofrendas. Se le agradece a este signo, que es el árbol sagrado de Buda, same, but diferent a nuestra costumbre del arbolito.

Ya supe qué significa la mujer con la serpiente: es la Madre Tierra. Dicen que se le presenta a Buda para que voltee a ver el mundo y no solo se abstraiga en la meditación. Otra leyenda dice que es la tierra que con su cabello le da agua a la humanidad.

Las manitas son el distintivo del Buda de Laos. Significan una plegaria por agua.

El fondeu de Laos. Te traen la carne las verduras, las pastas y se cocina con piedras incandescentes y agua, al vapor y no con aceite. De nuevo: same same, but…

Ofrendas en Luang Praban.

Caminito de la escuela… Paseo por el río Mekong: los poblados donde se teje la sede, la curva, donde resguardaron a los budas durante la guerra de Vietnam y el paisaje del río.


26 de diciembre. El Buda espiritual: la adjetivación de la espiritualidad

Ese otro Buda, es el tipo tailandés (delgado, con su pico en la cabeza y de cobre o metal, o el buda con el tercer ojo, y es el preferido para proyectar al buda místico-espiritual imaginado por el new age, es el que anuncia spas holísticos, bares lounge, masajes con meditación. Lo holístico es un eslogan de un nuevo consumo que espiritualiza a Buda como un camino espiritual. En un restaurante elegante, de estilo minimalista se anunciaba el menú como “comida holística”. El spa de un hotel cinco estrellas, recomendaba el masaje espiritual, basado en las enseñanzas tradicionales de Tailandia. Este budismo se busca ofrecer como  una filosofía y no como religión, ni como mercancía, pretende desconocer las expresiones populares, animistas, mágicas,  de su culto popular y cotidiano. No obstante, es también un producto del merchandise, que se utiliza como imagen de los bares lounge, de los spas, de tattoo ritual, de la comida holística (sana y natural). Es el  Buda convertido en decoración minimalista.

Todos los días en la madrugada bajan los monjes y la gente les da comida. Los turistas son parte del ritual.


27 de diciembre. Buda contemplando el Mekong, ¿qué pensara de tanto desastre ecológico?


29 de diciembre. Psicodélic Buda, no es montaje. Así estaba durante la meditación en Luang Prabang.

El año nuevo de los mongs en Luang Prabang. Estrategia étnica donde los jóvenes se visten y retratan con trajes étnicos, y de pasada coquetean con los jóvenes de otros poblados.


1 de enero de 2015. ¡Feliz años! Desde Halong Bay, un paraíso de verdad. A todos los amigos, mis mejores deseos, ¡salud!


3 de enero. El Buda de la abundancia: el gordo.

Otro es el Budamanía gordo, el de la abundancia que se vende en los templos y en tiendas muy parecidas a las boticas afrocubanas y a las tiendas esotéricas mexicanas y al cual se le ofrecen monedas y billetes para obtener abundancia a cambio. 

Es impresionante el uso de Buda como si fuera un talismán de la suerte. Cuando una pregunta por el sentido que tiene el tener su imagen, la mayoría de la gente responde “for luck”. Y es el Buda gordo sentado en flor de loto el que responde a este imaginario.

Incluso me toco ver en la carretera un anuncio de un espectáculo de Muay Tahy, un arte marcial famoso porque se permite una violencia casi sin límites, en el que se utilizaba una imagen de Buda estilizada con lentes oscuros. Esta imagen acompaña la  publicidad de bares nocturnos de travestis, espectáculos de artes marciales Muay Thai. Es una especie de Buda-core.

Aun dentro de los templos es posible advertir las múltiples formas de practicar el Buda, por un lado está el espectacular que los turistas buscan como escenografía del viaje, posando de frente  con implementos para tomarse la selfie y dándole la espalda. Está el Buda de la religiosidad popular, que es usado como talismán de buena suerte y protección. Aquí encontramos la imagen de comida y agua. Se le llevan collares y ramilletes. Se lleva en una reliquia. Se adquiere comprando una réplica de Buda para llevar a casa.  Se le monta altares. Se le practica cotidianamente como amuleto para que traiga suerte, a través de rezos, y de ofrendas diarias. 

Las ofrendas también se extienden a los árboles. Algunos fueron atenuados con telas de colores amarradas en sus troncos. Otros son árboles sagrados. Ahí se depositan ofrendas no tan permitidas en los altares de Buda en los templos, como son flores naranjas (en México se llaman cempasúchil), cigarros, puros, comida rápida (fast food), y orquídeas moradas. Todo colocado sin orden, como apilado, como si fuera basura. Nos recuerda las ofrendas santeras en árboles en la Habana. Incluso se dejan puros, agua, gaseosas, comida, etc.


4 de enero. Esto no es meme. Estaba en un baño de Vietnam. Jaja, nunca me hubiera imaginado que así usarán el baño.

Tenemos los mismos códigos, jaja estos puestos callejeros de Hanoi son la neta.

Un paisaje de Vietnam.

Campeonas en remo con piernas.

Maru de la O. Te mando estas imágenes de un restaurant tienda de carretera donde se maquila ropa y arte, a 20 horas de camino a Halong Bay.

Los altares están presentes incluso en los automóviles. De manera muy similar a los santos católicos, las imágenes de Buda son colgadas en los retrovisores del transporte público. Al salir de Tailandia, el taxi que nos llevaba al aeropuerto tenía un volante con flores de cempasúchil plásticas colgando del retrovisor. Pregunté al conductor qué significaba, y con el poco inglés me explicó que era para protección. 

Un poco apenado repitió que la imagen de Buda era de China y que fue su esposa quien lo compró, pues esa imagen no era tailandesa sino china.  Después le pregunté qué significaba el objeto floral que pendía del retrovisor, entonces me señaló el volante de su auto, y logré entender la similitud: era un volante recubierto de las flores con las que se hacen las ofrendas en los altares a Buda. Un objeto del budismo popular destinado a la protección de los conductores. 

Al llegar al aeropuerto, como un gesto de agradecimiento por mi interés, me regaló un medallón de Buda sentado en flor de loto dentro de una especie de pagoda, una reproducción en pasta de las antiguas reliquias que venden como antigüedades en la calle, hecho con pasta verde. 

Más tarde entendí para qué era el objeto, al releer una foto que tomé de un espectacular que anunciaba un centro para lograr fortuna mediante tatuajes propiciatorios de una vida próspera y amuletos de la suerte. Ese era mi regalo: un amuleto de Buda para lograr suerte y fortuna. Me recordó cuando un taxista en Brasil me preguntó si era católica, y cuando le respondí afirmativamente, me regaló una estampa con una medalla de una virgen local de Río de Janeiro.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.