Así luce mi altar para recibir, dar gracias y recordar a los queridos amigos que se nos adelantaron el año pasado y a los cuales no pudimos despedir: a Jesús Martín y a Elvira Maldonado, a José Hernández Claire, al capitán Chendo Plascencia y a Rogelio Marcial.
Ayer me imaginaba qué resultaría de esta reunión de almas maravillosas. Brindé por ellos y cené con ellos.