21 de octubre. Ya llegaron los cempasúchiles para dar luz al encuentro entre los vivos y sus difuntos. Según la tradición esta flor (de colorido similar al astro sol) ilumina el oscuro camino que recorren las ánimas de regreso a este mundo.
31 de octubre. Con la ayuda de Donato armando el arco de bienvenida a las almas de los difuntos.
1 de noviembre. Para honrar a quienes se nos adelantaron. Reyna y Donato me enseñaron que el arco es un portal por el que ingresan las ánimas, que las flores de cempasúchil y las veladoras alumbran su camino, que los morralitos hay que ponerlos para que se lleven lo que extrañan y que a cada cual hay que ofrecerle lo que más le gustaba en vida: dulces, frutas, flores, Pepsi, cigarros, el periódico y tequilita.